jueves, 22 de octubre de 2009

Blancas hojas de otoño

Con el frío en las venas
te imagino estando aquí
Con el viento contra el rostro
y las nubes sin morir

Junto a este tierno sonido
de un mar tranquilo, sin cesar
me invaden los sentidos
los deseos de mi soñar

Blancas hojas de otoño
me hacen despertar
de una noche llena de miedo
sin saber a qué horizonte mirar

Cuando diviso tu silueta
a lo lejos, cerca del mar
y me acostumbro a imaginarte
abrazando mi soledad
Acrecentando aquel deseo,
Esa pequeña debilidad…
Porque me pierdo en la melodía
débil y lejana de un cantar
llenándome de melancolía
por lo que pueda llegar a pasar
Creciéndome ante tantas dudas
y observando siempre el más allá
antepongo ahora mi vida
a todo tipo de oscuridad
Ya no puedo alejarme tanto
de lo que quiero en realidad
porque me olvido y me pierdo
y luego no puedo regresar
Pero imaginando tu vida
me aliento a continuar
Sólo por tenerte cerca
y poderte acompañar…

Haces tanto sin hacer nada
para ayudarme a decidir
cómo involucrarme en el presente
sin pasado que revivir,
organizando mis recuerdos
y apartando ciertos momentos:
pesadillas en secretos,
silenciosos los lamentos
que me empujaban a morir
sin creer en mi existir
pero ahora quiero vivir
no por verte, ni conocerte
sino por poder elegir
la posibilidad de creerte
que algo mejor puede venir.

Y me gusta esta sensación
de libertad y seguridad
con preguntas de desconcierto
y respuestas de algún lugar
creado, quizás, en mis sueños
al lado tuyo en esta realidad
que vivimos día a día
sin que pueda mucho importar
pero que forma parte de la alegría
de esta mi vida en especial.

Así que acabo estas estrofas
con mucho cariño y gratitud
por ayudarme sin saber,
por escucharme entre la multitud
y hacerme sentir tan bien,
tan segura y tan tranquila
sin obligarte a permanecer
en mi futuro y en mi vida
pero disfrutando el placer
de haber compartido un día
con tus palabras, con tu ternura,
con tus sentimientos; no podría
haber alejado tantas dudas
sin tu presencia junto a la mía.







Hannah Illuminati