miércoles, 19 de agosto de 2009

Hannah Illuminati

Mi nombres es Hannah Illuminati, tengo 18 años y no me gusta lo que veo cada mañana en el espejo, empieza a cansarme.
Voy a decir cosas sobre mí, voy quejarme de mí:
Si hay algo a tener en cuenta de mi persona es lo siguiente:
me resigno a dejarme llevar por las grandes masas, me resigno a que me manipulen el cerebro como lo hacen con toda la sociedad, me resigno a ser una más, a ser normal; no hay nada más odioso como ser igual que todos.
Detesto estar en grupos, detesto a los grupos, detesto a los pendejos y pendejas jóvenes que van por ahí emborrachándose y fumando porros y diciendo que la vida es maravillosa. Detesto a la gente tan optimista; ojo, tampoco me gusta ser demasiado pesimista; pero supongo que hay que ser realista. Me gusta soñar, sí, pero siempre con los pies en la tierra.
No sé realmente si está bien o mal ser así, ni me interesa saberlo; quién determina lo que está bien o mal. Yo sé que no soy una buena persona, pero que cada día estoy más cerca de serlo; sé que va a llegar el día en el cual me levante yme mire al espejo y pueda decir en voz alta que sí soy una buena persona. Hace unos meses, casi unos años mejor dicho, estaba tirada por los suelos, preguntándome PARA QUÉ. Para qué vivir, para qué confiar en la gente, para qué seguir con toda esta gran farsa de la vida; pensamos lo que la sociedad quiere que pensemos, hacemos lo que la sociedad quiere que hagamos; la gente es manipulada constantemente, callan sus pensamientos, callan sus sentimientos y viven porque sí; no se dan cuenta realmente del gran desequilibrio que hay...?
La gente vive para el amor así como también muere por amor. Quieren, confían, y luego se decepcionan, y nunca más vuelven a confiar. Generalizan. Y los que no lo hacen, son víctimas de la gran mierda del mundo, esos hijos de puta que se aprovechan de la bondad de la gente. Los que realmente no generalizan y vuelven a confiar, una y otra vez, regalando oportunidades para no caer en la oscuridad de tener que pensar que el mundo es una mierda, ésa gente es luego la que más sufre, la que sale lastimada una y otra vez... Existen los finales felices? La sociedad quiere que la gente se olvide de esas cosas, que viva simplemente, que se olvide de los cuentos de hadas, de los matrimonios felices, de la fidelidades de por vida... No sé realmente el motivo de todo esto, ni siquiera sé realmente si es así. Pero sé que la gente vive con un miedo terrible a equivocarse, piensan y piensan, otras veces actúan sin siquiera pararse a pensar... Viven...
No pretendo instaurar un nuevo modelo de vida, acabo de decir que ni siquiera yo sé si realmente pasa todo tal cual yo lo pinto. Sé que quiero hacer algo importante, sé que quiero vivir con el menor dolor posible, sé que me gustaría tener un final feliz, pero sé sobre todas las cosas que hoy, a esta hora, exactamente ahora, quiero vivir. Quiero vivir para ver cómo son las cosas, quiero vivir para saber, lo máximo posible, qué es la vida. Me gusta filosofar, me gusta porque me descargo; es muy cansador tener todo esto en la cabeza, sin poder expresarlo ni quererlo tampoco por miedo a que te tomen por loca, o te suelten comentarios de mierda como si lo supiesen todo. La gente se cuelga una máscara para vivir el día a día; eso es algo asqueroso, si tan sólo el mundo se despertase...
Escribo porque si hablo no hay nadie que me escuche, no hay nadie...
Al menos no hay nadie que me escuche estas cosas... Las conversaciones vanas de qué hizo fulano y qué hizo mengano sí que valen la pena, no? Esas conversaciones las escucha todo el mundo, ésas sí interesan. Porque son realidades grupales, son de alguien, son algo.
Los pensamientos de uno, su falta de identidad, sus dudas existenciales, a nadie le interesan esas cosas; porque simplemente no es algo que tenga solución, no es algo que se pueda empezar y terminar, es algo que está ahí, siempre, que existe simplemetne.
Por eso escribo, porque no vale la pena hablar con nadie.

Me di cuenta en los últimos meses que fui muy injusta, con mi familia... con mi sangre. A veces puedo odiarlos, realmente desear que se mueran, y supongo que ellos igual conmigo; pero luego, cuando estoy por los suelos, cuando no tengo ganas de levantarme de la cama, cuando no sé ni siquiera para qué voy a levantarme de la cama... cuando lloro cada noche por mis decepciones; cuando todo pinta mal... resulta que son los únicos que están ahí sin que los llame... Hablo de mi madre en particular. Mis hermanos son un mundo aparte; y si bien también están ahí, tampoco los culparía por no estar. A demás, están ahí a su manera. Fui muy injusta con ellos, fui muy injusta con ella. Son mi familia, y eso no lo puedo cambiar. Tengo años de recuerdos con ellos, buenos y malos. Pero, siempre se puede encontrar una razón para odiar a alguien, el tema es encontrar una razón para querer a alguien. Ésas razones son las que importan. Aunque a veces no bastan, claro, porque es tan profunda la herida que se causó, que por muchas razones que haya para querer a esa persona, siempre va a predominar la de odiarla, o la de simplemente ignorarla. Y seguir viviendo.

Escribo todo esto porque quiero. Tengo que dejar constancia de que mi familia es mi familia. Y aunque yo a veces hable mal de ellos y los mande a la mierda o lo que sea, no voy a permitir que nadie de fuera hable mal de ellos. Sobre todo porque el mundo está lleno de escoria humana, y mi familia está muy por encima de la mayoría de gentuza que conozco.
Nadie de mi familia roba, ni bebe, ni fuma porros, ni es mala persona. Mis hermanos son buena gente, podrán tener su carácter y sus tonterías inmaduras, pero son buena gente. Y mi madre, oh, mi madre... creo que nunca conocí tanta bondad en una persona.
Todo esto viene porque resulta que el idiota de mi ex novio, o ex amigo, o lo que sea, parece que se dedicaba a hablar pestes de mi familia a su madre. Y yo tengo la culpa de eso, claro; porque se lo permití, seguro. Entonces ahora quiero dejar claro, para mí, que ese error no va a volver a cometerse. Después de todo, qué derecho tiene a hablar mal de ellos, justamente él... Dios, el mundo a veces es bastante ilógico...

En fin, es un posteo bastante al pedo, pero a mí me sirve, así que, como a mí me sirve, lo hago y punto. Por lo demás... pasará lo que tenga que pasar, ya no doy más de mí para algo que, quizás, no vale la pena.


Mi nombres es Hannah Illuminati, tengo 18 años y quiero vivir.

Hasta la próxima

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